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Para un ser humano la transición al veganismo es relativamente sencilla, por lo menos desde el punto de vista nutricional. Para los perros es algo más complejo pero también asequible. La razón es que las personas y los perros somos omnívoros. Pero para los gatos pasarse a una dieta 100% vegetal tiene bastante más miga.
Los gatos son animales algo inflexibles con respecto a lo que les gusta y lo que no. Solo con oler una comida la pueden descartar de por vida sin más miramientos, y sin creer que se pierden nada. Por esta razón, la clave de su alimentación no está solo en la calidad de lo que les damos, sino en que les guste.
Si estás pensando en que tu gato transicione a una dieta vegana, posiblemente te hayas informado ya y hayas leído eso de que los gatos son "carnívoros obligados". Eso significa que hay algunos nutrientes esenciales que su sistema digestivo sólo sabe extraer de la carne. Es aquí donde entra la tecnología alimentaria, esa que hace posible hoy productos que hace no tanto ni soñábamos, como los de Heura o Beyond Meat.
Los seres humanos necesitamos 9 tipos distintos de aminoácidos para estar saludables. Podemos obtenerlos todos de fuentes vegetales. Por su parte, los gatos necesitan 11, que no se suelen encontrar en las plantas. Estos dos aminoácidos adicionales son la taurina y la arginina, que no son sólo deseables, sino que resultan básicos para su supervivencia. Por ejemplo, sin suficiente taurina, el gato puede terminar perdiendo la visión. Además, es posible que desarrolle problemas cardíacos. Así, una ingesta correcta de taurina debe rondar los 500 mg diarios.
Pero, ¿es posible suplementar la dieta de un gato de forma suficiente?
Hoy en día es perfectamente posible sintetizar taurina y arginina de fuentes veganas de forma que el organismo del gato las pueda absorber con eficacia. Por esta razón es vital darles alimentos veganos completos suplementados con estos aminoácidos.
Los otros nutrientes que los gatos obtienen de la carne son la vitamina A, la D y el ácido arachidónico. Una dieta vegana adecuada incluirá todos estos suplementos. Pero todo dependerá de que toleren bien el cambio de alimentación, porque ya sabes que si deciden que no quieren ni probar ese nuevo pienso, poco podemos hacer para convencerles.
Por eso, si tu gato rechaza el nuevo pienso vegano pero tú quieres que pase a comer 100% vegetal, te recomendamos que seas paciente. Comienza mezclando la comida nueva con la anterior y sube gradualmente la proporción, un 10% diario. Así, en apenas 10 días habrás hecho la transición completa.
Si consigues que tu gato siga una alimentación vegana, es recomendable que le hagas análisis de orina un par de veces al año. La razón es que su sistema urinario está preparado para altas acideces, pero las dietas vegetales son alcalinas. Esto puede causar problemas del sistema urinario y la acumulación de piedras. Para tenerlo todo bajo control, habla con tu vete y hazle las pruebas que te proponga. La primera es buena idea que sea a las dos semanas de haber hecho la transición, y luego ya esas dos veces anuales.
Si la orina es demasiado alcalina te recomendarán dos cosas: o que cambies la dieta o que le des acidificadores. Sea como sea, no tomes decisiones sin la supervisión de tu veterinario/a. Es más que probable que no apoye la dieta vegana para tu gato o la vea con cierto escepticismo, pero seguro que hará todo lo posible para informarte y ayudarte a que esté saludable.
Hoy en día hay muchos gatos veganos y la mayoría viven bien y hasta mejor que antes. Pero, para asegurar que todo marcha correctamente es muy importante que cuentes con apoyo veterinario.
Si tienes curiosidad sobre las dietas veganas para gatos, te recomendamos el libro de Jed Gillen “Carnívoro obligado”. Y si te animas a dar el paso, echa un vistazo a la comida vegana para gatos que tenemos disponible en veganimales.com.
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